Comienzos (1977-1978)

Serú Girán nació luego de la separación de La Máquina de Hacer Pájaros, banda organizada por Charly García en su etapa posterior a Sui Géneris. Junto con David Lebón, Charly viajó en 1978 a Búzios, con la idea de componer material para un nuevo disco. Con el dinero recaudado en el Festival del Amor alquilaron una casa por tres meses en Buzios. Por no tener dinero suficiente para pagar los impuestos de importación a Brasil, todos los equipos que llevaban quedaron en la aduana. A los dos meses, Charly regresó a Buenos Aires para arreglar contrato con Oscar López y Billy Bond. Una noche, en un bar donde se presentaba Pastoral, Charly quedó fascinado con la habilidad de Pedro Aznar en el bajo. Esperó a que terminara la actuación y fue a buscarlo a los camarines. No fue necesaria mucha charla para que Pedro aceptara viajar a Brasil e incorporarse al grupo en gestación. 
Luego se les uniría Oscar Moro, quien había sido baterista de La Máquina de Hacer Pájaros. Con el dinero que había recibido como anticipo del contrato, García costeó los pasajes a San Pablo de ellos y el de Oscar Moro. Allá se reunirían con David Lebón. Billy Bond and the Jets estaba formada por Billy Bond, Charly García, David Lebón, Pedro Aznar y Oscar Moro. Editaron un solo disco en donde se encuentran temas como «Discoshock» (letra y música de Charly García), «32 macetas» (letra y música de David Lebón), y «Loco, no te sobra una moneda» (letra y música de Charly García). Finalmente Billy Bond desarmó el proyecto y queda conformado Serú Giran.
Pese a los problemas económicos, esta fue una etapa muy creativa: compusieron más de quince temas, de los cuales se seleccionaron los mejores para la edición del primer disco. Las sesiones de grabación comenzaron en los estudios El Dorado de San Pablo, y culminaron en ABC Recording Studios de Los Ángeles (Estados Unidos). La primera presentación en vivo de Serú Girán tuvo lugar en el Riachuelo, a bordo de un barco anclado. A este recital, solo asistieron periodistas, músicos y amigos. El debut en vivo de la banda ante el público porteño ocurrió dos semanas después, el 28 de julio de 1978, en el estadio Luna Park, en el Festival de la Fundación de la Genética Humana, junto a Nito Mestre, Pastoral, León Gieco y otros. El sonido fue muy malo y mucha gente les revoleó las pilas de los grabadores que habían llevado para registrar el momento.
Viajaron a Estados Unidos para mezclar el disco "Serú Girán", en el cual contaron con la colaboración de Daniel Goldberg, quien tenía a su cargo los arreglos musicales y la dirección de la orquesta de 24 músicos que participó en algunos temas como «Eiti Leda» o «Serú Girán». La complejidad armónica de este proyecto demuestra que, desde el comienzo, las ambiciones que tenían apuntaban mucho más alto que la del resto de los músicos nacionales de ese momento. El resultado final del disco los entusiasmó mucho: sonaba como una fusión de jazz rock con música brasilera.
Los comienzos fueron difíciles: era 1978 y el primer disco no convencía a un público escéptico aunque ofrecía himnos como «Seminare» y «Eiti Leda». De regreso, hacia fin de 1978 estrenaron oficialmente el Estadio Obras (el 3 de noviembre), con orquesta (sección de cuerdas y vientos) y circuito cerrado de televisión. En la parte trasera del escenario, una pantalla gigante mostraba a los músicos dirigiéndose a escena. David, Pedro y Oscar salieron vestidos totalmente de blanco, mientras que Charly eligió una malla negra, saco y zapatillas. El comienzo del recital, con la orquesta a pleno interpretando la poderosa introducción del tema «Serú Girán», presagiaba una noche inolvidable. No fue así. Cuando tocaron el tema «Disco shock» ―una sátira de la música disco, tan en boga en el momento― la gente presente creyó que era en serio y, tras un coro de silbidos, empezaron a pedirle a García el «Blues del levante», el tema que había compuesto con motivo de la despedida de Sui Generis. El público quedó desconcertado y el resto del recital transcurrió ante la indiferencia general. La gente no había entendido el mensaje.
Las críticas de los medios contra la banda arreciaron. El diario La Opinión, por ejemplo, publicó que eran lo peor que había en la Argentina, y sostenía que tenían «voces homosexuales». Estas declaraciones eran la culminación de una campaña de desprestigio que había tenido lugar contra García, mientras el grupo estaba ensayando en Brasil. La vanguardia de esa campaña había sido el titular: «Charly García, ¿ídolo o qué?».

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